Herrerillos, autillos, lechuzas, vencejos, murciélagos, cárabos, petirrojos o carboneros, entre otras especies, han habitado de manera natural las 50 cajas nido que hemos instalado en los alrededores de la bodega y el viñedo de Viñas del Vero.
Cada una de ellas ha sido diseñada asemejándose en todo lo posible al hábitat natural de la especie, para proporcionar a las aves un hogar cómodo y adaptado a sus necesidades, y servirá para aumentar la población de diferentes especies de aves que habían sufrido una gran regresión en los últimos años, debido a la escasez de bosques y arbolado viejo. De esta forma, además de facilitar su nidificación, se garantiza que la población de insectos y roedores existente en los viñedos cuente con sus depredadores naturales, garantizando un equilibrio natural que se autorregule a lo largo del tiempo.
Junto a las aves, que se demuestran como un remedio sostenible y efectivo frente a las plagas en los viñedos, también se encuentran los insectos. Por ello, “Vidas de Viñas Vero” ha creado un “hotel de insectos” en una antigua barrica, lo que supone un aporte más para la defensa de la biodiversidad de esta bodega de Barbastro.
Esta acción medioambiental, desarrollada de manera conjunta con la asociación UECO, busca una mayor protección de la biodiversidad del entorno de la bodega, y permite avanzar hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible “Vida y ecosistemas terrestres”, uno de los cuatro ODS que González Byass se compromete a priorizar.