Es la musa alegre, divertida y viajera que impregna el alma de la cocina y concepto del restaurante que lleva su nombre. Un lugar bonito donde se come muy bien.
Una botella de Fino Tío Pepe muy frío acompaña un plato con tres cortes diferentes de atún rojo de almadraba. Magnífica armonía. Un ceviche de corvina con una leche de tigre, perfectamente equilibrada, llega a la mesa junto a una copa de un gran blanco del Somontano, como es el Viñas del Vero Gewürztraminer, y un Oloroso Alfonso de González Byass potencia y engrandece el guiso de carrillera de ibérico que se sirve en baos.
Sergio Navarro, dueño del restaurante madrileño Juanita Brown.
Restaurante Juanita Brown
Así es Juanita Brown, el restaurante donde la materia prima, sus elaboraciones y el buen ambiente están intencionadamente arropados por una gran bodega, una carta de coctelería para alargar cada cena con los amigos y un servicio de calidad.
Detrás de Juanita Brown se encuentran dos jerezanos, socios del antiguo restaurante Macarela, especializado en cocina gaditana y atún de almadraba: Pablo Vázquez y Sergio Navarro, además CEO y fundador de la marca de gafas Miller & Marc.
Suenan canciones cubanas, clásicos norteamericanos de los años 70 y Fran Sinatra mientras, en la cocina, el chef Alejandro Siblesz trabaja materias primas de calidad fusionando técnicas e ingredientes del mundo. Por ejemplo, entre los entrantes encontramos los tacos mejicanos de chicharrones crujientes con pico de gallo y guacamole, las croquetas de rabo de toro o el aguacate braseado con salsa tzatziki y topping de manzana. El atún es el rey y Barbate su territorio, por lo que se recomienda siempre probar una de las cuatro propuestas que hace el chef, como el atún picante a la parrilla con “polvo de maíz” y crema de aguacate. El ceviche de corvina es plato estrella y entre las carnes destaca el solomillo Rossini con escalope de foie al Pedro Ximénez. Cinco postres lideran la sección dulce con la tarta árabe con almendra laminada y frutos rojos a la cabeza.
La carta de vinos recoge una selección de referencias de las principales D.O. españolas y, poco a poco, irán incorporando algunos vinos internacionales.
Una terraza preciosa es el escaparate de un local de 300 metros cuadrados, dividido en dos plantas. Grandes ventanales dejan posar la luz de Madrid sobre su espléndida barra de mármol blanco. En el interior, la decoración arropa y acomoda al comensal; librerías, sillones chester, aparadores antiguos y fotos en blanco y negro de los años 20 forman parte de un escenario donde todo lo que sucede está pensado para disfrutar de momentos agradables.
Coctelería
Los cócteles son uno de los grandes alicientes de Juanita Brown. Desde su barra nos presentan una carta con los grandes clásicos y una pequeña historia sobre el origen que les acompaña. Así, nos cuentan de dónde viene el mojito y su relación con el pirata Francis Drake o cómo surgió el Bloody Mary, gran remedio para la “resaca”, de la mano de Ernest Hemingway.
La música en Juanita Brown es importante y han hecho una apuesta muy especial por las actuaciones en directo, un estilo que camina entre las versiones desde el indie folk a las del pop español de los 70 y 80, siempre con la idea de generar un ambiente divertido al final de la noche. Los pases son los viernes y los sábados alrededor de las 23.30 h. para no interferir con las cenas. Entre sus músicos asiduos se encuentran, por ejemplo, Frank Bernal (del grupo Young Forest).
El restaurante Juanita Brown está en la calle Monte Esquinza, 39 de Madrid.
