Al frente la diosa Minerva, en la terraza del Círculo de Bellas Artes; a la derecha, las cuadrigas del edificio BBVA, en Alcalá, y sobre nuestras cabezas, la loba, Rómulo y Remo. La vista es fabulosa. Estamos en la terraza del restaurante Penthouse by Wow, una atractiva propuesta que combina a la perfección el Madrid más chic con la experiencia gastronómica.
Las dos últimas plantas de la tienda de moda WOW son un fabuloso restaurante del Grupo Triciclo, que ha rehabilitado el apartamento del dueño del antiguo Hotel Roma para convertirlo en un imprescindible de Madrid.
Restaurante a la carta, coctelería, espacio de eventos o lugar privilegiado para comenzar el día desayunando, Penthouse by Wow abre todos los días de 10 a 1 de la mañana.
Fran Ramírez.
De la mano de Fran Ramírez -consultor Sumiller, profesor del curso de sumilleres de la Cámara de Comercio, jurado de diferentes concursos de vino y ex de restaurantes tan importantes como La terraza del casino o Alabaster- nos adentramos en esta nueva propuesta de la capital para disfrutar de una decoración llena de personalidad y luz, que recorre espacios, tales como una mesa enorme para grupos junto a la cocina, la barra, la biblioteca, el estudio de grabación, el baño -sí, se pude comer en el baño-, la habitación o la terraza. Todo pensado desde las ideas más vanguardistas y elegantes, que combinan perfectamente con una cocina madrileña pensada para viajar de la tradición a la actualidad desde un recetario rico, con buen producto y sorprendente en cada bocado, obra del chef Javier Goya -ex de restaurante Zuberoa, Nacho Manzano o Paco Morales.
En sala, Lili y Alfonso, apoyados por el metre Dani, ofrecen una carta de vinos muy bien elegida y dinámica. Espumosos, blancos y tintos se reparten en un 65% de D.O. españolas y un 35% de vinos internacionales, de Europa y Nuevo Mundo, incluyendo Asia y Medio Oriente. Hasta 150 referencias de calidad presentadas en carta por estilos y precios.
Javier Goya.
En la mesa, platos como coliflor asada al tandoori, con yogur y huevas de trucha; berenjenas con kimchi; tajadas de bacalao con guindilla; ensaladilla con escabeche casero de bonito y piparras; patatas revolconas con orejas fritas de cochinillo y manzana verde; tiradito de vieira y gamba blanca; chilly crab o nem de cochinillo y gambas. En platos principales destaca el carabinero XXL y el rapito de barriga negra a la brasa y, en carnes, presa de Joselito o la txuleta de vaca madurada.
También ofrecen hamburguesas y bocadillos, como el lobster roll o el pulled pork. De postre, no te pierdas la tarta de queso cremosa o la tabla de quesos, para terminar esa copa de vino.
“El cliente está más abierto que nunca”
Aprovechamos para charlar sobre tendencias en el mundo del vino con Fran Ramírez. Estamos en Penthouse by Wow y, además de su experiencia, sus clientes son una muestra perfecta de extranjeros, turistas y madrileños que determina la personalidad de la bodega del restaurante.
“El mundo del vino va hacia la esencia y lo auténtico, y el cliente tiene muchas ganas de conocer. Está más abierto que nunca”, explica el jefe de ventas de vino del Grupo Triciclo.
¿A qué te refieres con auténtico?
“En el mundo del vino de hoy se busca la fruta, variedades locales y la identidad del territorio. Si estamos en Madrid, por ejemplo, apostamos por la Garnacha y la Albillo, dos variedades históricas de la región. Así damos voz a la tradición para ser diferentes en un mundo globalizado”, concluye Fran Ramírez.
Y volviendo a la mesa, platos y vinos se encuentran en perfectas armonías que no hacen más que elevar la buena experiencia:
•Torreznos caseros, con huevas de arenque y ensalada de hierbas. Un plato de recuerdo castizo al que se suman sabores ahumados, salinos, frescos y algo de picante. En la copa, un Leonor Palo Cortado que es pura elegancia en una armonía de concordancia y equilibrio en boca.
•El muy madrileño mejillón en escabeche, se sirve con chips de patata. Excelente producto de calidad para jugar con toques iodados, salinos y el vinagre punzante del escabeche. El encuentro con el vino, será con un Tío Pepe Fino en Rama, un vino de Jerez polivalente, perfecto para armonizar con esos ácidos.
El restaurante Penthouse by Wow está en la calle Gran Vía 18 de Madrid.
