Vinoselección, el club de vinos más importante de España, cumple 50 años. Entrevistamos a su fundador, Massimo Galimberti.
•¿Quién es Massimo Galimberi y cómo llega al mundo del vino?
Soy el hijo de una familia romana que llegó al mundo del vino de casualidad.
Aterricé en España en 1973 para trabajar en una empresa de ingeniería italo-española y ya pensaba en independizarme económicamente, pero no sabía cómo.
Fue un compañero de trabajo quien, tras un viaje de trabajo a Milán, me contó la existencia de un club de vino, y pocos meses después fundamos juntos Vinoselección. Poco tiempo después, mi socio aceptó un puesto de trabajo en Barcelona y me vendió su parte. En ese momento yo no tenía dinero, pero firmé una letra a 90 días, esperando que en ese tiempo algo positivo sucediera. Finalmente fue mi padre quien pagó esa deuda.
•¿Cómo era el mundo del vino en España en ese momento?
El panorama en 1973 era muy diferente, se bebía mucho más vino que ahora. Portugal, España, Francia e Italia tenían, más o menos, el mismo consumo de vino, alrededor de 60 litros por persona y año. Hoy, en los cuatro países ha bajado. En Francia, Italia y Portugal, hasta 47 litros, y en España estamos en 20, aunque lo que se ha perdido en volumen se ha ganado en calidad.
Entonces, la crítica vinícola no existía, hasta que apareció Pepe Peñín. Hoy ya no hay publicación que se precie que no publique un artículo de su periodista especializado en vinos. Y la gente quiere conocer mejor los vinos y hasta los enólogos son conocidos, aunque no tanto como los futbolistas, claro.
•Los 50 años de Vinoselección recorren la historia reciente del vino español.
Ha sido un gran viaje en el que hemos vivido transformaciones de todo tipo. Hoy hay nuevas zonas vitivinícolas que nacieron en este medio siglo. La Ribera del Duero no existía cuando comencé a vender vino, ni como Denominación de Origen, ni como centro de producción de vino, con la única excepción de Vega Sicilia (1864). En esta zona, recuerdo que había dos claretes de Burgos y poco más. Otras zonas que sí existían y han ganado hoy mucha importancia por la calidad de sus vinos, como Jumilla, el Priorat o El Bierzo, que ha conseguido tener su Mencía de prestigio.
“Viajaba todos los fines de semana a visitar bodegas de todo España. Fue una época en la que trabajaba 80 horas semanales”
•¿Cuándo consiguió la independencia económica que buscaba?
Durante siete años compaginé mi trabajo con Vinoselección, gracias a que la empresa donde yo trabajaba era moderna y no nos hacía trabajar los sábados. Así pude dedicar los fines de semana a visitar bodegas de todo España. Fue una época en la que trabajaba 80 horas a la semana. En el año 1980 pude dejar la ingeniería y dedicar todo el tiempo a mi empresa.
•¿Supo que había acertado en el cambio de vida?
Sí y verifiqué que la gente del vino, en general, son buena gente. Me refiero a los bodegueros que normalmente son gente franca, abierta y apasionados de su trabajo. También he comprobado que quien bebe vino es gente buena y honesta. En Vinoselección solo hemos tenido un dos por ciento de recibos impagados a lo largo de nuestra historia en España, una cifra que se repite en nuestro negocio cuando hemos vendido vino en otros países.
•¿Cuándo entiende que el vino podía ser un buen negocio?
Sabía que el vino era algo cultural en Italia, Francia, Portugal y España, donde se bebe vino en casa, en familia, como en mi casa de Roma, que a partir de los 15 años te dejaban “mojarte los labios” con una copa de vino, algo que estaba en la lista de la compra como algo habitual. Después, en mi estancia en Londres comprobé que allí el vino pertenecía a un mercado más sofisticado. El vino se vende en grandes tiendas y había que tener poder adquisitivo para acceder a él. Con esa educación y vivencias, años después, al entender lo que era un club de vinos, comprendí que podía ser un buen negocio.
•¿Qué han significado los restaurantes en el conocimiento y consumo de vino en España?
La hostelería ha ayudado mucho. Actualmente en España se consume el mismo vino en los restaurantes que en casa y, a finales de los años 80, fue cuando se comenzó a generalizar la figura del sumiller, ganando rápidamente prestigio y favoreciendo el conocimiento.
“En España hay grandes vinos tintos de nivel internacional, pero no hay grandes vinos blancos. Es una asignatura pendiente”
•¿Cuáles son las ventajas y desventajas del vino español hoy en el mundo?
Las bodegas españolas exportan hoy sus vinos con éxito en todo el mundo. Rioja y Ribera del Duero exportan muy bien, por mencionar las dos zonas más representativas de tintos españoles. Y por supuesto Jerez, que nació y creció exportando.
Pero mi abuelita me enseñó que siempre tenía que decir la verdad y diré que en España hay grandes vinos tintos de nivel internacional, pero no hay grandes vinos blancos. Hay buenos blancos, qué duda cabe, pero no hay ningún gran blanco a la altura de los grandes tintos. Es una asignatura pendiente.
•¿Cómo recomendaría a una bodega acceder a las nuevas generaciones?
Hoy los jóvenes no beben vino en su casa, con su familia y comienzan a hacerlo a los 27 o 28 años, cuando alcanzan un cierto estatus económico y se interesan por algo nuevo, que igual puede ser la pintura o el vino. Al mundo del vino solo les queda esperar que esas generaciones en lugar de añadir a sus intereses el arte o los viajes, escojan el vino.
•¿Cómo ha cambiado el consumidor en España?
El consumidor de hoy es más exigente y el comprador de hoy es, cada vez más, mujer. En Vinoselección la cuarta parte de los socios son mujeres.
•¿Cuáles han sido los momentos más importantes de la vida de Vinoselección?
En todos estos años hemos tomados muchas decisiones, algunas acertadas y otras menos. Si tuviera que elegir los momentos más importantes, mencionaría la decisión de expandirnos al extranjero, a principio de los 90, que fue un éxito, y la estrategia de apostar por la venta online en el año 2008, cuando pisamos fuerte el acelerador de la venta digital y acertamos. Añadiría también la decisión, en 1984, de editar la revista Sobremesa. Han pasado 50 años y hemos vendido más de 60 millones de botellas de vino.
“Recuerdo que me encantaba conducir por la carretera que me llevaba, entre viñedos y flores, de Sevilla a Jerez”
•¿Con qué vivencias se queda de estos 50 años?
Con los amigos bodegueros. Además de la satisfacción de crear y hacer crecer una empresa o las vivencias inolvidables, como el primer vino español que bebí, que fue un Cava, y que entonces le llamaban Champagne. También recuerdo que me encantaba conducir por la carretera que me llevaba, entre viñedos y flores, de Sevilla a Jerez, o el recuerdo de un restaurante muy sencillo, cerca de Cariñena, en el que paré a almorzar y probé el mejor plato de judiones con chorizo que he comido en mi vida.
Carlo Galimberti.
•En este tiempo, también has formado a tu hijo Carlo, hoy presidente de Vinoselección. ¿Cuáles son los retos del futuro?
Diría que el mundo del vino está, como el resto del mundo, en un momento cambiante, y será la tecnología la que lo cambie todo, también el vino. Quizás dentro de poco el sumiller sea un robot (risas).
Vinoselección inicia 2023 con 170.000 socios y presencia en Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Perú y Brasil. En 2021, Massimo Galimberti (86 años) cedió el testigo a su hijo mayor Carlo, quedando él como presidente honorífico, aunque sigue pendiente de la compañía que fundó porque “no pretende jubilarse nunca”.
Vinoselección está de doble celebración este año, y es que además de sus bodas de oro, ha ganado el premio al "Mejor Ecommerce del año" en el E-SHOW de Barcelona por el que se reconoce la innovación, excelencia, profesionalidad, investigación y desarrollo en el comercio electrónico y márketing online.
