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Lusco Albariño

Finca Moncloa y Lusco Albariño, protagonistas en las mesas de Madrid

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El mes de marzo trae a los restaurantes madrileños Teitu y El Gran Barril de la Castellana la apetecible posibilidad de encontrarnos con dos grandes vinos para acompañar dos tipos cocinas diferentes y extraordinarias.

El tinto de Cádiz, Finca Moncloa, se une a las carnes a la parrilla y los guisos asturianos en el restaurante Teitu.  Y Lusco Albariño se sirve junto a mariscos de lonja, pescados y los arroces del restaurante El Gran Barril de La Castellana.

Los dos restaurantes, pertenecientes al Grupo Oter, han conseguido un prestigio reconocido en Madrid gracias a la apuesta de una cocina basada en el recetario clásico desde el producto de calidad.

Restaurante Teitu

El restaurante Teitu está en la calle Poeta Joan Maragall, 20. Madrid.

 

En el restaurante asturiano Teitu, las carnes de vaca de Somiedo a la brasa, la hamburguesa Astur, el cachopo, la selección de quesos autóctonos, los chipirones de anzuelo fritos, el pulpo de Pedrero, así como los guisos de pitu caleya o la fabada, además de la caldereta de arroz campero, con carne de buey y boletus, el pixín o postres como el arroz con leche, los frisuelos, el sorbete de manzana reineta o la tarta de queso Vidiago, completan una carta de grandes platos. Todos merecen un vino que esté a la altura, como el tinto de Cádiz Finca Moncloa, con ese toque de personalidad única que le da la variedad recuperada de la historia de la viticultura andaluza, como es la Tintilla de Rota.

finca moncloa vino de cádiz

Casi en frente, cruzando la calle, –ambos restaurantes están en la calle Poeta Joan Maragall (Madrid)- está El Gran Barril de La Castellana. Fabuloso espacio para una cocina sublime, que basa su trabajo en mariscos de lonja como las ostras, la almeja extra de Cambados, la gamba de Huelva y la roja de Alicante, o las zamburiñas horneadas al Albariño con cebolla caramelizada (en la imagen), acompañadas por Lusco Albariño, haciendo caso a la recomendación del sumiller Eduardo Martín.

El Gran Barril de Castellana. Sumiller

Eduardo Martín, sumiller de El Gran Barril de Castellana.

 

Una terraza magnífica, rodeada de vegetación, aísla al comensal en un agradable entorno y da paso a una zona de barra donde se exponen, en vitrinas refrigeradas, las diferentes piezas de marisco del día. El bogavante estilo Formentera, abierto al centro y marcado a la plancha, que se sirve con patatas y huevos fritos, es otro de los platazos que el sumiller armoniza con Lusco, un Albariño redondo y equilibrado.

Lusco Albariño

De la carta de El Gran Barril de La Castellana destacan, además, propuestas como las chacinas, los chipirones de Muro a la parrilla, los boquerones, la lubina de pincho adobada o las colas de gamba en tempura. También sus ensaladas y las verduras de estación, para llegar a sus renombrados arroces secos, como el marinero o el de carabineros, y a los pescados o la ternera de Guadarrama, el steak tartar, solomillo o chuleta.

Si hablamos de postres y sobremesa, hay que mencionar su carta de vinos dulces y la torrija de brioche, los crepes suzette o su tarta Alaska.

En la bodega, como en todos los restaurantes del Grupo Oter, mucha calidad y buen criterio para probar y renovar las sugerencias, en beneficio del comensal.

El mes de marzo nos concede el privilegio de conocer y disfrutar de dos grandes vinos -Lusco, de Rias Baixas, y Finca Moncloa, de Andalucía- en dos restaurantes de probada calidad y respeto por la experiencia gastronómica.

Restaurante Teitu. 

Restaurante El Gran Barril de La Castellana.

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